viernes, 29 de septiembre de 2017

LOS MUSEOS DE BUDAPEST - Una historia para Venezuela y Cataluña

El nazismo, (nacionalsocialismo) no fue derrotado por la llegada de los alemanes a Colonia ni Fráncfort. Tampoco fue derrotado cuando los rusos arrasaron Berlín y violaron a miles de mujeres alemanas por el camino. 
El nazismo fue derrotado cuando el General Patton obligó a los civiles alemanes a visitar los campos de concentración 
Que ningún alemán pudiera alegar desconocimiento sobre lo que estaba pasando, todos vieron los campos, todos vieron lo que se había hecho, los cadáveres, los supervivientes en huesos, las familias destruidas, las cámaras de gas.  
El pueblo alemán en su conjunto, tuvo que asumir la culpa de lo que hicieron los nazis a los que ellos auparon al poder y contra los que no movieron ni un dedo. 
Se preguntarán que tiene esto que ver con Budapest.  
Mucho. 
El museo más visitado de Budapest, es el Museo del Terror.  
Conocido popularmente como el museo de los horrores del comunismo. Es la punta de lanza de la estrategia para conseguir que el socialismo, prima hermana del nacionalismo, nunca vuelva a gobernar a los países de la Europa del Este.  
Todos los niños del país visitan este museo, algún húngaro habrá que no haya visitado alguna vez este museo, pero es difícil encontrarlo. 

En Hungría comprendieron, como comprendió Patton que al mal sólo se puede ganar confrontándolo contra sí mismo.  
Sin complacencias ni paños calientes, mostrándolo al mundo como lo que realmente es.  
Contra el mal, y el socialismo y el nacionalismo son la definición del mal, no basta con la victoria física. Ni siquiera basta con la victoria legal.  
Usaré a partir de ahora, los conceptos de socialismo y nacionalismo como sinónimos.  
El socialismo sabe que no cuenta ni con la razón ni con la moralidad de su parte, por lo tanto, la legalidad no puede ser un instrumento para lograr su victoria a largo plazo.  
Cualquier victoria socialista, cualquier victoria nacionalista, caras de una misma moneda se sustentará al final en la violencia, en la algarada y en la ingeniería social para crear una doble moral alternativa a la que el sentido común dicta.  
La victoria sobre el mal requiere una victoria moral que se instale en los cerebros y se sienta en los corazones de las nuevas generaciones. Que todas las nuevas generaciones entiendan el sufrimiento que padecieron sus antepasados y lo entiendan como propio.  Que no se pueda olvidar, ni tampoco perdonar. 
Para garantizar que el socialismo nunca vuelva al poder, sea con su nombre o disfrazado con nuevas y lujosas pieles y sedas como "bolivarianismo", "catalanismo", "socialismo del siglo XXI" o cualquier otro chiste de mal gusto que se les ocurra. Es necesario pues, no sólo echarlos ahora del poder. Sino desactivarlos, es decir Criminalizarlos.  


LAS MARIONETAS 
En el título de este artículo menciono a Venezuela y a Cataluña.  
Se preguntarán que relación tendrá Venezuela con Cataluña o cualquiera de ellas con Budapest. 
Son marionetas. 
LA MARIONETA DEL CARIBE 
Si en un país hay desarrollo, hay libertades individuales. Para que en un país haya desarrollo tienen que darse cuatro pilares básicos. Si se cumplen estos, todo lo demás vendrá rodado. 
Poca burocracia, Bajos impuestos, libre comercio y estado de derecho. 
Llevamos meses viendo las batallas campales que se viven en Venezuela de forma diaria. Miles de jóvenes, hambrientos y sin nada que perder salvo su vida enfrentándose con escudos improvisados y y cualquier cosa contra el ejército socialista.  
Las aspiraciones socialistas en Venezuela han llevado a la situación de caos en el que se encuentra el que fuera país más rico de Latinoamérica, la Suiza del Caribe. La cuarta renta per cápita más alta del mundo. 
La culpa única y exclusiva es de la imposición de la falsa lógica socialista, que no casa con la realidad. El socialismo borra el individualismo, cualquier decisión desde la educación de tus hijos a tu forma de vestir queda sujeto a una autoridad colectiva etérea pero encarnada en personas siempre limitadas e incapaces de valerse por  mismo por lo que necesitan de medidas coercitivas para la supervivencia de su propio ego, y ello implica destruir la propiedad privada, con ello cualquier incentivo para la actividad económica, con ello el proceso por el que se forman los precios de mercado y sin precios no puede haber comercio y sin comercio no hay civilización que se sustente. 
La civilización no es nada salvo la increíble capacidad de resolver nuestros problemas de forma mutuamente satisfactoria sin recurrir a desenvainar la espada.  
¿Saldrá Venezuela de esta espiral? Sí. 
¿Cuándo? No lo sabe nadie.  
¿Volverá a caer? Depende. 
Venezuela está quebrada, rota, tocada y hundida. El experimento fallido de unos cubanos entrenados por rusos que tras siete décadas de fracasos encadenados que encontraron en Venezuela lo único que necesitan para hacer ganar su revolución cortoplacista. 
Un Estado de derecho deficiente y un tonto útil. 
Solamente hay que garantizar que no vuelve a darse un estado de derecho deficiente y que los tontos útiles no vuelvan a aparecer por la puerta.  
Es más fácil decirlo, pero no tan fácil hacerlo y aunque parezca imposible para algunos, se hará.  
La llegada de Chávez no se forjó en un día. Como tampoco su caída, pero de la misma manera que a muchos les parecía imposible que Chávez llegara al poder a Venezuela con un simplista "esto no es Cuba" por muchos que algunos auguren que el Chavismo no será erradicado, lo será.  
Asegurarles a los venezolanos que vivirán su futuro en paz y libertad, con un estado de derecho que garantice el imperio de la ley y de los valores que nos hacen humanos sólo será posible si aquellos que defendieron el chavismo son obligados a pagar por sus crímenes, que ninguno pueda escudarse en la obediencia debida, en la subordinación, en el yo no sabía nada para cubrir sus crímenes.  
De la misma manera que hasta los contables y enfermeros de los campos de concentración tuvieron que ir a juicio y responder de sus crímenes. No debe delegarse en San Pedro el juzgar los crímenes del chavismo.  
No debe permitirse que campen a sus anchas, inocentes, como si nunca hubiera pasado y desde luego, no puede permitirse que las nuevas generaciones desconozcan lo que pasó en Venezuela durante el Chavismo. 
LA MARIONETA DEL MEDITERRÁNEO 
Dice el refranero que con el viento se limpia el trigo y el vicio con castigo.  
Uno de los graves problemas que se generan cuando el Estado de Derecho es deficiente, cuando los impuestos son altos y la burocracia alcanza niveles absurdos es la pérdida de incentivos.  
Hacer las cosas bien no tiene recompensa y hacer las cosas mal no tiene castigo.  
En los años 80 bajo la excusa de una rápida transición se optó por conceder una serie de privilegios a la clase política local. Esa clase política, eran antiguos falangistas que a cambio de su apoyo nominal a la naciente democracia española se convirtieron en los portavoces del catalanismo.   
Primera debilidad del Estado de Derecho. No pueden existir privilegios si quieres que todos sean iguales ante la ley. 
Débil por culpa de un estado de derecho mal diseñado en inicio, defectos de diseño que no permiten garantizar realmente la igualdad ante la ley de sus ciudadanos, la igualdad de oportunidades ni su libertad para ganarse el sustento, como decía Jefferson, para buscar su felicidad en esta vida. 
Esa debilidad sustentada como digo en un Estado de Derecho imperfecto que favorecía a unos respecto a otros, permitió que el Estado viera una amenaza en una organización de izquierdas marginal, desconocida para la mayoría de los catalanes y que no había tenido ninguna relevancia en la resistencia al régimen franquista anterior.  
El privilegio primero que se les concedió fue las competencias educativas. Cuarenta años, dos generaciones después se ven las consecuencias. 
Los falangistas que forjaron el catalanismo como bandera para reivindicar la pervivencia de sus privilegios necesitaban un hijo problemático, un perro rabioso que ladrara y que azuzara a la débil Madrid. Y así nació ERC, una organización socialista, marginal y amiga de dictaduras asesinas, ya fueran cubanas, soviéticas o camboyanas. 
Esto nos lleva a 1984, irónicamente en 1984, saltó el caso Banca Catalana 
Ese año, el socialismo, el nacionalismo, enmascarado con el nombre de Catalanismo, que suena mejor se enfundó bajo la senyera, la bandera oficial catalana para que Jordi Pujol i Soley fuera absuelto de sus crímenes, sin castigo, vendió que un ataque a él, era un ataque al conjunto, todos aquellos que pasaran por allí habían de seguir a un supremo líder ante la injusticia planteada de que fuera castigada.  
El Estado de Derecho falló. Y al fallar, permitió sentar la primera piedra para la revolución socialista que estamos viviendo hoy en Cataluña.  
Se podría haber sido fuerte, haber dejado que el molino de la justicia trabajara y demostrar que nadie era superior a la ley.  Pero no se hizo. Todos somos iguales ante la ley, menos algunos, que son más iguales.  
La lección que se aprendió fue que mientras se alimentara el fuego de la discordia, del conflicto permanente, del odio y de la lucha, el "nosotros contra ellos" se seguiría siendo los más iguales entre iguales. 
Ese nosotros contra ellos, requería la estricta aplicación de un plan de ruta socialista.  
Crear una concienciación social del "nosotros" como colectivo diferente. 
La individualidad ya no existe, se admite solamente, la sumisión al colectivo y el colectivo decide quién es el enemigo externo, el enemigo interno los héroes y las batallas a pelear. No puede haber elección, la doble lealtad no está permitida, es contrarrevolucionaria. Las cosas han de ser negras o blancas. 
Crear unas estructuras institucionales que identificara al nosotros como superiores a los demás. ¿Para qué insistir en ser diferente si eres inferior 
Crear un enemigo externo, Eurasia, Ostasia, España. Al que culpar de los males del país.  
Crear un enemigo interno, Emmanuel Goldstein, Carlos Alberto Montaner, Osvaldo Payá, Henrique Capriles, Albert Boadella, cuyo crimen mental impide que se logran los objetivos de la revolución socialista.  
Por supuesto, necesitas un héroe para tu revolución.  ¿A Quién le importa la verdadera historia de Wilfredo el Velloso ó dRafael Casanova? 
Dos generaciones educadas en el odio a España, odio a España como símbolo de la supremacía de la colectividad frente a las libertades individuales.  
Dos generaciones educadas en el amor al gran hermano nacionalista como prueba irrevocable de lealtad, la lealtad basada en el ostracismo y la muerte civil como castigo.  
Se ha dejado que el troll se alimentara y creciera, confiándolo todo en el sentido común y en la inteligencia del común, en la sensatez de las mayorías silenciosas.  
Por desgracia, lavar cerebros es mucho más fácil de lo que podría parecer.  Incluso han cambiado su histórica bandera aragonesa por una mala copia de la bandera de la revolución socialista cubana. Con su estrella representando la peor idea que ha dado nunca al mundo otro ser humano y parece que a nadie parece importarle.  
Se ha llegado a un punto de no retorno, por el buen hacer de los malos, los grandes ideólogos del socialismo y el nacionalismo y la desidia de los buenos, confiados en manidas presunciones sobre la voluntad de diálogo de unos hombres que te consideran su enemigo, Todos los objetivos están cumplidos, incluso el amor fraternal entre catalanes y el resto de españoles ha desaparecido.  
Su tonto útil, irónicamente, resulto ser la familia Pujol, sus hombres de paja, los prohombres de CiU.  
Los hilos de la marioneta, aquellos a los que llegan los cheques con los dólares del petróleo, chicos rebeldes, jóvenes, idiotas, manipuladores y manipulables autoproclamados héroes así mismos.  
Todos ellos caerán al abismo al que se dirigen cual rebaño,  
La única solución para que Cataluña, las marionetas del mediterráneo, vuelvan a la senda de los valores morales de libertad y democracia de Occidente es la caída total y abrupta de Cataluña en el abismo que el nacionalismo representa 
Y una vez allí, los crímenes del pastor del rebaño tienen que hacerse públicos.  Si las nuevas generaciones de catalanes ignoran los crímenes del nacionalismo, como han destruido mentes, como han corrompido, robado, manipulado, como se han aprovechado del trabajo de los catalanes para su propio provecho. Si los nuevos catalanes de dentro de diez años ó veinte ignoran las actitudes mafiosas del nacionalismo, como se usó a sus hijos para separarlos de sus antepasados, 
Cataluña desaparecerá para siempre y no será por culpa de Eurasia, ni de Goldstein.